Conferencia sobre derechos de autor y libertad de prensa


Ayer impartí una conferencia en la fundación Novacaixagalicia con mis puntos de vista sobre el asunto, aquí os dejo la presentación que utilicé.

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A vueltas con la traída y llevada propiedad intelectual y la publicación en dominio público


Vía Gonzalo Martín y su «Nueva industria audiovisual» les dejo este vídeo que que arroja bastante luz en torno a un asunto tan polémico como motivante.

Propiedad Intelectual from agoranews on Vimeo.

¿Son necesarios los agentes literarios?


A menos que se disponga de un cónyuge ocioso dedicado a observar por encima del hombro lo que vd. escribe, tortura que no le deseo a nadie, que posea además cierto instinto comercial y las relaciones editoriales suficientes, yo diría que sí. Últimamente he leído por ahí verdaderos alegatos denostando el papel el agente en el concierto literario. A menudo se les acusa de mantener un excesivo chalaneo con los editores, de preocuparse más por anticipos y resultados inmediatos que por el futuro de la carrera de sus representados. En realidad el asunto no es tanto así, si se tiene en cuenta el volumen de manuscritos que recibe una editorial cada día, resulta evidente que sin la mediación de un profesional, lo más probable es que nadie lea el envío de un autor, sea novel o no.

No digamos nada si se trata de vender derechos de traducción a otros idiomas, ahí si que la figura del agente es ya imprescindible. Lo mismo podríamos decir en cuanto a la negociación de royalties con el mundo del audiovisual. Pero hay mucho más, los buenos agentes son también expertos literarios que aportan conocimiento y buen consejo al autor, normalmente un autista sentado en una silla, bastante desconocedor de su propia realidad, cuando no un endiosado incapaz de comprender cómo no le han erigido todavía una estatua en su pueblo. Si un autor no ha perdido todavía su capacidad de escuchar y atender a lo que se le dice, bien haría en contar con un agente de confianza, ahorrar en algo así es, probablemente, condenarse al ostracismo literario, amén de perderse una estimulante relación profesional que a menudo se basa en el afecto, la confianza y el estímulo intelectual. Este artículo que hoy les traigo de Flavia Costa en el digital argentino Clarín, reflexiona larga y cumplidamente sobre esta controvertida figura, creo vivamente que tras su lectura tendrán una idea más clara en torno a la función de estos profesionales en el concierto cultural y las nuevas tareas que se les van suponiendo.